En el mundo existen varios sectores que han puesto su atención en proyectos espaciales, y en específico, planes diversos en el satélite natural de la Tierra. Los fabricantes automotrices no han sido la excepción y han iniciado una ‘carrera espacial’, para la cual se han destinado importantes recursos.
Toyota no podía quedarse fuera de esta tendencia y desde hace algún tiempo viene demostrando sus intenciones de participar en proyectos lunares. En 2020, Toyota se asoció con la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón para desarrollar un vehículo de exploración lunar tripulado y presurizado, totalmente eléctrico llamado Toyota Lunar Cruiser.
Un proyecto ambicioso que tiene como objetivo central colocar este ‘rover’ de exploración en una misión real a la Luna para el 2029. Los planes son desarrollar un vehículo versátil con capacidad para dos personas y dos lugares adicionales en caso de una emergencia, utilizando tecnología que ya está implementada en algunos productos que se encuentran hoy en día, como la pila de combustible.
Bajo este principio; los motores eléctricos obtienen toda su energía del hidrógeno almacenado en los depósitos, utilizando los paneles solares laterales a la hora de recargar electricidad. El Toyota Lunar Cruiser ofrecerá una autonomía de 10.000 kilómetros, pensada para las tareas de exploración que deberá cumplir.
El nombre de Lunar Cruiser, es una clara referencia al icónico `todoterreno’ japonés: Land Cruiser. Durante siete décadas este auto ha sido sinónimo de confiabilidad y durabilidad, probado en las condiciones más extremas. Por tal motivo, se pretende trasladar esos valores a un vehículo que de seguro tendrá retos mucho más complicados en la superficie lunar.
